Seguro que hay momentos en que te sientes súper activa con ganas de comerte el mundo y otros bajoneada donde lo único que quieres es estar acostada en tu cama. Si, a todos nos pasa y es totalmente normal. Nuestra energía es cambiante y depende netamente de nuestros pensamientos, acciones, los lugares donde transitamos, las cosas que tocamos, con quienes nos juntamos etc etc etc!

 

Al estar viviendo una crisis a nivel mundial es muy probable que te sientas contagiado de esta baja energía ya que muchas personas están vibrando bajo, sintiendo miedo, angustia o incertidumbre y eso se puede sentir en el ambiente.  

 

¿Qué sentimos cuando estamos con baja energía? Molestias físicas, cansancio sin causa aparente, nos cuesta dormir o tenemos pesadillas, nos volvemos muy sensibles, llorones y/o simplemente no tenemos ganas de hacer nada.

 

Aumentar nuestra frecuencia requiere un esfuerzo consciente que involucra al sistema cuerpo, mente y espíritu. Si modificamos nuestros hábitos de acción y pensamiento, lograremos un cambio real en nuestras vibraciones y en consecuencia, en nuestra vida. Lo primero que tenemos que hacer es ser honestos con nosotros mismos e identificar qué o quienes nos están restando energía para poder mantener nuestra distancia y acercarnos a aquello que nos haga feliz y eleve nuestra frecuencia.

 

Te dejo una lista de cosas que puedes comenzar a practicar que de seguro te harán sentir mucho mejor por estos días.

 

  • Medita. Con demasiada frecuencia vivimos apurados en nuestro día a día, con la mente dispersa y en un estado de ansiedad y estrés. La meditación ayuda a calmar tu espíritu y a ponerte en un estado de paz mental. No es necesario ser un experto ni pasar largas horas en meditación. Puedes comenzar por 5 minutos a día, preferentemente al despertar o antes de irte a dormir. Siéntate en una posición cómoda, cierra los ojos y respira hacia adentro y hacia afuera. Escuchando tu respiración hasta entrar en un profundo estado de relajación. Cuando conectamos con nuestra energía interior los ruidos externos desaparecen y podemos escuchar nuestra verdadera voz interior.

  • Usa piedras y cristales. Las piedras guardan la memoria del universo y tiene el poder de equilibrar nuestra energía. Hoy más que nunca te recomiendo entrar en contacto con tus piedras y amuletos, úsalos, siente su energía y deja que a través de sus armónicas vibraciones te ayuden a equilibrar tu campo magnético. (En otro post les escribiré detalladamente que piedras son las que más nos pueden ayudar para la angustia, ansiedad y/o estrés.)

 

  • Aliméntate bien. Se más consciente de lo que te echas a la boca. Algunos alimentos vibran a altas frecuencias, y otros a más baja vibración. Si estás consumiendo alimentos llenos de productos químicos y pesticidas, o que se encuentran dentro de envases de plástico, estos te dejarán vibrando más bajo. Por el contrario, consumir productos naturales, provenientes de la tierra, orgánicos y de buena calidad, te dejaran vibrando en un nivel más alto. Un gran primer paso es agregar más verduras y frutas a tu dieta y disminuir el consumo de azúcar refinada y alimentos procesados. Somos lo que comemos, ingerir comida sana sube nuestra vibración y nos conecta con la naturaleza. Cada vez que comas agradece… Agradece a la tierra y agradece a quienes cultivan para que tu puedas comer.

 

  • Asegúrate siempre de beber mucha agua (lo mejor es filtrarla) para ayudar a tu cuerpo a eliminar la toxicidad que tiene un importante impacto en nuestra vibración. También puedes cargar el agua con cristales y aprovechar al máximo su energía (más adelante subiré un post sobre este tema)

 

  • Muévete. Haz que la sangre circule. La vibración requiere movimiento, cuanto más te muevas, mejor se moverán tus células. ¡Ponte activo!

 

  • Escucha música que suba tu vibración. Es tan simple como poner en YouTube “música de alta vibración” y encontraras un sinfín de videos en 432 hz. Simplemente déjalos sonar de fondo mientras haces tus cosas en el día a día.

 

  • Haz cosas que te hagan feliz. Algo sencillo para subir tu vibración es hacer cualquier actividad que te apasione: bailar, jugar, escribir, cantar, dibujar, leer, hacer deporte, cualquiera que sea tu pasión te proporcionará bienestar y en ese momento tendrás la sensación de que estás conectado.

 

  • Limpia y ordena tus espacios. Organiza tu casa, habitación u oficina eliminando todos aquellos objetos que no utilizas constantemente. El desorden, la suciedad y la acumulación provocan estancamiento de energía.

 

  • Confía en tus capacidades. Cree en ti mismo. Conócete. Valórate y trabaja en tu autoestima y amor propio. Tu potencial es ilimitado.

 

  • Evita quejarte. Las quejas atraen carencia y bajan tu vibración. Se más consciente de tus pensamientos para lograr así romper con patrones y juicios errados.

 

  • No Juzgues. Ni a otras personas, ni a ti mismo. Todos estamos atravesando diferentes experiencias y estados de conciencia. No somos quien para jugar los procesos de otros.

 

  • Vive con gratitud todo lo que se presenta día a día en tu vida. Busca incluso en aquellas situaciones que no consideras “positivas” oportunidades de aprendizaje y crecimiento. Vivir con gratitud nos permite abrirnos a recibir más. Hacer una lista de gratitud cambia tus vibraciones y te ayuda a enfocarte en lo que tienes y que ya es abundante en tu vida.

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