
El ombligo es tu primer vínculo con el mundo terrenal, desde de él surge tu cordón umbilical a través de cual te conectas a tu placenta, órgano que compartes con tu madre. El ombligo entonces es un gran centro energético y físico, por el que fuiste capaz de alimentarte y nutrirte por 9 meses.
Además, arriba de él está alojado el chakra plexo solar (manipura, en sánscrito) o chakra del ombligo, el tercero de los 7 chakras y central energética del cuerpo. Actúa como nuestro centro vital, de la voluntad y confianza en nosotros mismos, es nuestro motor para movernos, relacionarnos y mostrarnos en nuestro entorno.
Para cuidar fugas de nuestra energía y protegernos de energías que no queramos recibir, cubrir nuestro ombligo es una excelente opción. Te lo recomiendo si estás enfrentando situaciones difíciles y de mucho conflicto, si te sientes cansado o con poca energía, si sientes que estás expuesto a malas energías o simplemente si quieres potenciar tu energía vital, voluntad y confianza en ti mismo. También es muy recomendado para quienes realizan terapias o se relacionan con personas en procesos de sanación.
Esta protección se utiliza sólo de día y sirve tanto para mujeres como hombres y niños a partir de los 7 años, no debe usarse en el embarazo, lactancia o bajo tratamientos psiquiátricos y se recomienda utilizarlo por cortos periodos de tiempo.
Algunos de sus beneficios generales son:
- Nos ayuda a trabajar en nuestro equilibrio energético.
- Nos acompaña a soltar lazos energéticos con otras personas o procesos.
- Nos protege y libera de las energías negativas.
- Se recomienda para personas que trabajan en sanación a modo de protección.
A estas propiedades se suman las que cada piedra, de las que están hechas, les entreguen.
Es muy importante que antes de usar tu ombliguera la limpies con algún humito sagrado, agua con sal o cuenco, dependiendo de la dureza de la piedra de la cual esté hecha.
Espero que esta protección te acompañe amorosamente en tus procesos.
Con cariño,
Nicole.