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Chakra corona (7)

Color: violeta, blanco o dorado.

Piedras asociadas: Amatista, Cuarzo cristal, Selenita.

El Chakra corona o coronilla es conocido en sánscrito como Sahasrara. Se encuentra ubicado en la cabeza a la altura de la coronilla y se asocia con el conocimiento, la comprensión y todo lo que tiene que ver con nuestra mente. Representa además nuestra unión con el Universo. Podríamos decir que es una “antena” o receptor de energía divina que nos conecta con dimensiones más elevadas. Mantenerlo en equilibrio nos permite encontrar calma y paz mental conectándonos con la voluntad y la inspiración.

Cuando está equilibrado nos sentimos UNO con el universo; estamos en completa resonancia con cada parte de él. Nos percibimos como un reflejo de lo divino. Confiamos en nosotros mismos y en el flujo de la vida. Nos sentimos empoderados, tranquilos, valorados y presentes en cada momento.

Si este centro se encuentra cerrado o le hace falta energía las personas no logran conectar con su ser superior. Pueden sentir confusión, miedo, sensación de desamparo o incluso depresión. Probablemente tengan pensamientos muy fijos sobre la religión o la espiritualidad y vean la vida en blanco y negro sin matices. “Si no lo veo, no lo creo”.

 

AUTOTEST

 

Para determinar si tienes este chakra bloqueado te puedes hacer las siguientes preguntas:

¿Siento que mi vida tiene un propósito?

¿Me siento parte de algo más grande?

¿Me siento conectado con el Universo?

Si tus respuestas fueron “No” probablemente le falte energía a tu chakra corona.

 

¿Cómo equilibrar el Chakra Corona?

Medita a diario: La meditación es el ejercicio fundamental para abrir este Chakra porque nos pone en contacto con la parte más profunda de nosotros mismos. No hay mayor práctica para desarrollar el séptimo chakra ella. Es en este estado que la conciencia se realiza a sí misma. La meditación es tan esencial para el espíritu como lo es comer y descansar para el cuerpo. Es un alimento para el alma, un masaje para el cuerpo sutil, una limpieza y purificación de la mente. Puedes imaginar un tubo de luz blanca que entra por tu coronilla y baja por todo tu cuerpo o recostarte e imaginar una lluvia de color blanco que cae sobre ti y te cubre el cuerpo entero.

Crea un altar: Busca un lugar específico como foco para comunicarte con lo sagrado. Puede ser una mesita pequeña, un rincón tipo “santuario” para alguna deidad o un lugarcito especial en tu jardín. Deja en ese lugar todo aquello que sea importante para ti o que te conecte con lo divino o sagrado. Con el tiempo, la vibración de tus oraciones, meditaciones y ofrendas se acumulará en la atmósfera circundante. Crear un espacio especial para el altar en un lugar particular es invitar a una conciencia más profunda de lo sagrado a nuestra vida diaria.

Detente: Al menos una vez al día, en medio de cualquier actividad, simplemente para lo que estés haciendo y mira a su alrededor. Quédate quieto y mira hasta dónde puedes estirar tu conciencia. observa tus pensamientos. ¿En qué se centran? Observa ahora tu respiración. Observa el ángulo de la luz solar, la brisa o el viento, el sonido a tu alrededor. Respira el momento completamente, simplemente saboreando la deliciosa conciencia de estar vivo.

Gemoterapia: Meditar al menos 10 a 15 minutos recostada en un ambiente tranquilo con alguno de estos cristales sobre tu coronilla te puede ayudar a hacer fluir la energía en este centro. 

  • Amatista: Su gran poder transmutador la convierte en el cristal ideal para todos aquellos que se inician en el camino del autoconocimiento y la meditación, ya que posee la aptitud de transformar emociones, pensamientos y sensaciones. Además está asociado al chakra corona, que representa el punto de conexión espiritual con los planos superiores,  con el misticismo  y con la posibilidad de manifestar el camino evolutivo del ser humano.
  • Cuarzo cristal: Ubica un cristal de cuarzo trasparente frente a ti, obsérvalo tranquila y detenidamente. Cierra los ojos y poco a poco visualiza su estructura interna, las partículas que lo forman y la energía que las une. Únete a esas partículas y déjate llevar por su vibración, deja que las energías se fundan. Poco a poco, cuando acabes con la meditación ve tomando conciencia de cada una de las partes de tu cuerpo y toma un tiempo antes de reincorporarte.
  • Selenita: Refleja un rayo de luz blanca que transmite pureza y tranquilidad. Permite la conexión con otras dimensiones siendo un excelente medio para recibir o canalizar mensajes de luz (por este motivo ha recibido el apodo de “piedra teléfono”).

Aromaterapia: Lavanda, Incienso, Mirra, Cedro. Estos aceites esenciales nos aportan armonía, equilibrio, pureza y comunicación a nivel espiritual estableciendo un vínculo con nuestro yo superior. La Lavanda es el primer aceite esencial del que parte la Aromaterapia, al ser descubiertas sus propiedades regeneradoras, calmantes y purificantes se inicia el estudio de los aceites esenciales como terapia en sí mismos. El Incienso, uno de los árboles sagrados desde la antigüedad, simboliza la conexión con lo espiritual, el desapego y la purificación. La Mirra tiene una fuerte conexión con la muerte y la trascendencia, permitiéndonos cruzar umbrales para evolucionar espiritualmente. El Cedro conecta y endereza todos los chakras conectando la energía de la Tierra con la del cielo a través nuestro, nos libera de miedos, nos aporta fuerza de voluntad y flexibilidad mental.

Espero que esta información te haya servido de ayuda.

Te abrazo,

Nicole.