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Depresión, el llanto del Alma.

Todos alguna vez hemos tenido un mal día, donde todo nos sale mal, no nos podemos concentrar y lo único que queremos es alejarnos de los demás y recostarnos en la cama. Ahora imaginemos esta sensación todos los días del año sin que podamos hacer nada, a esto se le llama “depresión”.

La depresión es una de las principales causas de incapacidad temporal en el mundo, provoca la perdida de interés por las cosas que antes nos gustaban o nos hacían felices, algunas personas comen muchísimo o por el contrario pierden por completo el apetito.

Otro síntoma común es las ganas constantes de dormir o el no dormir absolutamente nada a raíz de insomnio recurrente. Las personas con depresión tienden a sentirse culpables de todo, creen no servir para nada y la motivación desaparece por completo lo que provoca problemas de concentración y memoria.

Para la medicina y psicología tradicional, la depresión es una enfermedad que tiene un efecto físico y biológico, que se explica por un desequilibrio en la función neurológica de neurotransmisores como la norepinefrina, la dopamina y la serotonina, sin embargo,  bajo la mirada de la metafísica esta enfermedad tiene un origen más profundo que tiene relación con nuestra propia naturaleza.

Para la metafísica la depresión provoca permanente angustia mental y emocional como una señal de que estamos viviendo un momento de intensa insatisfacción y disgusto con nuestra naturaleza interior.

La insistencia en ser lo que no somos y la persistencia en hacer lo que no es nuestra naturaleza nos hace sentir tristes y frustrados.

Para la metafísica la causa de esta enfermedad esta lejos de la realidad actual de la persona, es decir, puede estar siendo causada por efectos de causas pasadas, ejemplo: frustraciones, dolores o penas no expresadas en su debido momento que guardamos inconscientemente en nuestro interior  hasta que no aguantamos más y finalmente el cuerpo termina por gritar lo que la boca ha callado por mucho tiempo.

¿Cómo sanarnos de la depresión?

En mi opinión y esto lo digo desde mi propia experiencia, el camino a la sanación esta en nosotros, en el autoconocimiento y en nuestra propia capacidad de sanar. No tiene nada de milagroso o esotérico y tampoco tiene que ver con creencias populares sin fundamento. En realidad, que el cuerpo tiene mecanismos para curarse es un hecho científico. Hipócrates, considerado padre de la medicina, ideó varios tratamientos terapéuticos que partían del principio de que el cuerpo dispone de las armas necesarias para autocurarse. Según sus postulados, el médico solo debe facilitar esos procesos, pero no intervenir directamente en ellos.

Algunos tips que te ayudarán en el proceso:

  1. Ejercicio físico. A las personas deprimidas no les suele apetecer estar activas. Pero, de todos modos, oblígate a hacerlo por ejemplo pídele a un amigo que te acompañe si lo necesitas para estar motivado y realizar alguna actividad física. En cuanto hagas del ejercicio un hábito, no tardarás mucho en percibir un cambio positivo en tu estado de ánimo.
    Recomiendo muchísimo practicar yoga. Esta disciplina nos permite callar nuestra mente y conectarnos con nuestro cuerpo por lo que  es ideal para cuadros de depresión o de angustia, incluso existen algunas posturas específicas que pueden ayudar a aliviar los sentimientos depresivos. Otros dos aspectos positivos del yoga son los ejercicios de respiración y la meditación, estas prácticas ayudan a sentir alivio y tranquilidad.
  1. Alimentación.La depresión puede afectar al apetito. Algunas personas pierden el apetito y otras que por el contrario pueden comer demasiado. Si la depresión ha afectado a tus hábitos alimentarios, tendrás que tener muy presente la necesidad de alimentarte bien. La nutrición influye en el estado de ánimo y el nivel de energía de una persona

3. Identifica los problemas, pero no te quedes pegado.Intenta identificar las circunstancias que han contribuido a tu depresión. Cuando sepas qué es lo que te ha hecho sentir de esta manera y el “por qué”, habla sobre ello con un amigo o persona de confianza. Hablar es una forma de liberar los sentimientos. Una vez que hayas soltado esos pensamientos y sentimientos, podrás centrar la atención en algo positivo. Actúa para solucionar tus problemas. Pide ayuda si la necesitas. Sentirse conectado con los amigos y la familia puede ayudar a aliviar los sentimientos de soledad y angustia.

  1. Exprésate.Cuando una persona está deprimida se bloquea la capacidad para disfrutar de las cosas. Es importante que ejercites tu imaginación ya sea pintando, dibujando, bordando, cosiendo, escribiendo, bailando, componiendo música…. cualquier cosa que te permita expresar.
  1. Intenta mirar el lado positivo de las cosas.La depresión repercute sobre los pensamientos de las personas, haciendo que todo parezca malo, negro, desastroso, triste y negativo. Haz un esfuerzo para fijarte en las cosas buenas de la vida. Primero intenta identificar una cosa positiva anótala en alguna libreta, luego intenta buscar otra más y así, puedes ir completándola día a día.

La Aromaterapia

En occidente se lleva utilizando desde hace algunos años, sin embargo en la cultura oriental se llevan aprovechando sus beneficios desde el año 4500 a. C. En los ensayos clínicos, se ha comprobado que los aceites esenciales elevan el estado de ánimo. ¿Cómo funciona? Los aromas son detectados por los millones de receptores de olores que tiene la nariz y, pese a su diminuto tamaño, estos transmiten señales que permiten disfrutarlos ya que llegan directamente al cerebro desencadenando emociones.

A continuación les dejo una lista con los aromas más recomendados para aliviar estados depresivos: 

  • Lavanda: En los casos de depresión, la lavanda tiene propiedades relajantes que te ayudan a combatir el insomnio, pero también a recuperar cierto equilibrio emocional. Sus propiedades relajantes disminuyen los niveles de ansiedad, los episodios de dolor de cabeza y la tensión muscular ligada al estrés. También se aconseja para optimizar la calidad de sueño y mejorar el estado de ánimo durante las jornadas laborales difíciles. La lavanda es la verdadera protagonista de la aromaterapia, se utiliza para tratar muchos problemas, no solo la depresión. Para los escépticos en estos temas, existe evidencia científica que respalda estas afirmaciones. Un estudio publicado por la revista International Journal of Psychiatry en la práctica clínica informó que las cápsulas de 80 miligramos de aceite esencial de lavanda pueden ayudar a aliviar la ansiedad y la depresión y no hubo efectos secundarios adversos por el uso del aceite. Una gran noticia ya que sabemos que los medicamentos sintéticos y sustancias psicotrópicas a menudo tienen muchos efectos secundarios negativos. A su vez un estudio de 2012 publicado en Terapias Complementarias en la práctica clínica evaluó 28 mujeres con alto riesgo de depresión posparto y se encontró que mediante la difusión de lavanda en su casa, tenían una reducción significativa de los síntomas de depresión postparto y una reducción del trastorno de ansiedad después de un plan de tratamiento de cuatro semanas de aromaterapia con lavanda.
  • Naranjo :El aceite esencial de naranja es perfecto para combatir los cambios de humor y eliminar la sensación de soledad. El aceite esencial de naranja tiene propiedades antiinflamatorias, antidepresivas, antiespasmódicas y antisépticas. Cuenta con una amplia variedad de usos domésticos, industriales, medicinales y gastronómicos. Su aroma está relacionado con el incremento de los pensamientos agradables en la mente y, por ello, se utiliza con regularidad en las terapias contra la depresión.
  • Aceite de Bergamota: Gran antidepresivo porque su virtud estimulante. Se ha demostrado su capacidad de actuar como un remedio natural para la ansiedad. La bergamota además puede crear una sensación de alegría, frescura y energía mejorando la circulación de la sangre.

La Gemoterapia

Las piedras tienen un gran poder energético y  una gran capacidad para transmitir energía. La utilización de los cristales o piedras se remonta a culturas de la antigüedad, como la egipcia, la fenicia, la celta o la de los indios chamanes. No obstante, hoy en día se ha comprobado la utilidad de las gemas como transmisores y receptores de energía y se utilizan como terapia alternativa en combinación con la medicina tradicional.

  • Citrino: El citrino es una piedra que nos devuelve la alegría de vivir, hace renacer las motivaciones, disipa el miedo y aumenta la claridad mental. Es ideal para personas que están atravesando momentos difíciles, de sufrimiento o depresión ya que ayudar a superar la crisis entregando apoyo y esperanza.
  • Amatista: La Amatista es una piedra protectora por naturaleza: transmuta la energía negativa en energía positiva. Posee efectos tanto en el cuerpo como en el alma. Nos ayuda en la búsqueda de talentos interiores y agudiza nuestro poder espiritual. Se le conoce como “piedra del sentimiento” porque consuela el dolor y entrega alivio en momentos de angustia. Es ideal para personas que sufren de ansiedad y, también, para aquellas que han perdido a un ser querido o estén cruzando una difícil enfermedad.
  • Ojo de tigre: El ojo de tigre se asocia al chakra del plexo solar que se encarga de potenciar la voluntad y el poder personal, por lo que llevar con nosotros una piedra de ojo de tigreimpulsará el cambio que estamos buscando pero para el que nos hace falta tener más confianza en nosotros mismos. El ojo de tigre fomenta la capacidad de autocrítica y la intuición, alivia la depresión mejorando el estado de ánimo.  Está recomendada para personas que se encuentren en una fase de cambio.

Lo más importante pasa salir de una depresión es tener paciencia contigo mismo ya que requiere tiempo para curarse.